¿Los tribunales son la única opción?
- 10/11/2023
Como perito de seguros, parte de mi labor consiste en evaluar y cuantificar los daños relacionados con un siniestro para que las partes involucradas (Compañía Aseguradora y Asegurado) puedan llegar a un acuerdo sobre la compensación. Sin embargo, cuando las negociaciones fracasan, algunas disputas pueden terminar en juicio, incluso por pequeños importes generando problemas y complicaciones tanto para las compañías aseguradoras como para los asegurados.
1. Costos legales y periciales:
Los honorarios de abogados y peritos llegan a superar, fácilmente, las cantidades en disputa. Los abogados suelen cobrar por hora o porcentajes sobre la cantidad recuperada, y los peritos cobran por sus servicios de evaluación y posible testimonio en juicio. En casos de pequeños importes, los costos de estos profesionales no justifican el beneficio económico de ganar el caso.
2. Tiempo y recursos del tribunal:
Los tribunales ya están sobrecargados con una amplia gama de casos, y las reclamaciones de bajo importe pueden contribuir a la congestión judicial. Esto no solo afecta la eficiencia del sistema judicial, sino que también retrasa la resolución de disputas más significativas.
3. Relación aseguradora-asegurado:
Llevar un caso a juicio daña la relación entre la aseguradora y el asegurado. Un juicio es una confrontación directa y genera desconfianza y resentimiento, lo que resulta en la pérdida de un cliente para la aseguradora, críticas en redes sociales, etc.
4. Imagen pública:
La percepción pública de una compañía aseguradora que lleva a juicio a sus asegurados por pequeñas cantidades es negativa. Afecta a la reputación de la empresa y disuade a potenciales clientes de elegir sus servicios.
5. Eficiencia económica:
Desde una perspectiva económica, es más eficiente para las compañías aseguradoras resolver estas pequeñas disputas a través de la negociación o la mediación. El costo de ir a juicio, en términos de tiempo y dinero, no compensa los beneficios, incluso si la aseguradora tiene la razón.
6. Precedentes legales:
Aunque cada caso es único, los juicios establecen precedentes. Una compañía aseguradora que frecuentemente lleva casos de pequeña cuantía a juicio se crea precedentes legales desfavorables que podrían ser utilizados en su contra en futuros litigios.
7. Carga emocional:
Para los asegurados, el proceso judicial es estresante y desgasta emocionalmente, especialmente cuando se trata de cantidades menores. Esto lleva a una percepción negativa del proceso de seguros en general.
8. Soluciones alternativas:
Existen alternativas al litigio más adecuadas para disputas de pequeñas cantidades, como la mediación o el arbitraje. Estos métodos son más rápidos, menos formales y más económicos que un juicio.
Desde CRSCONTROL recomendamos la resolución de disputas por pequeños importes a través de la negociación y el uso de métodos alternativos de resolución de conflictos. Esto no solo es más costo-efectivo, sino que también mantiene las relaciones comerciales intactas y preserva la imagen pública de la compañía aseguradora. Los juicios deben reservarse para disputas donde los métodos alternativos han fallado o cuando las cantidades en juego justifican el gasto y el esfuerzo involucrado.